Para estar seguros de que la exposición es correcta, nos fiamos de la pantalla de nuestra cámara al reproducir la imagen, aunque en ocasiones es algo complicado: bien porque hay demasiada luz y se ve mal la pantalla, bien porque el contraste es demasiado alto dando la impresión de que los negros son muy negros y los blancos muy blancos, etc. La cuestión es que al ver esas mismas imágenes tranquilamente en casa y desde el ordenador, la cosa cambia mucho (normalmente a mejor), por tanto, si decidimos que una foto es correcta sólo por lo que vemos en la pantalla, podemos perder muy buenas imágenes creyendo que las que tenemos ya lo son. La conclusión es que ver la foto a través de la pantalla de la cámara no es una buena forma de evaluarla: "¿qué?, entonces, ¿cómo saber si la foto es correcta?, ¿para qué sirve la pantalla?".
La pantalla es una buena manera de saber que hemos hecho la foto y en qué circunstancias: velocidad, sensibilidad, diafragma, sensación de profundidad de campo, enfoque, composición/encuadre, etc. Para estar seguros de que exponemos como queremos necesitamos otro método más fiable.
Observa esta imagen subexpuesta de un molino, es decir, oscura y, por tanto, sin blancos ni tonos claros: todos tienden al negro.
Por el contrario, esta versión está sobreexpuesta, o lo que es lo mismo, le sobra luz y el blanco y los tonos claros predominan.
Ahora fíjate en los gráficos que las acompañan: el de la imagen subexpuesta tiene mucha información a la izquierda y el de la sobreexpuesta a la derecha.
El histograma es un gráfico que muestra la cantidad de cada tono en la imagen, desde el blanco absoluto (a la derecha) hasta el negro (a la izquierda).
Tomemos ahora el histograma del mismo molino correctamente expuesto, si lees de izquierda a derecha:
Las pocas sombras y la vegetación en tonos oscuros de la parte baja se corresponden con el pico de negro y los valores que van decreciendo.
Los tonos medios de la madera y parte del cielo se muestran en la zona central del histograma.
Los tonos más claros del cielo forman un gran pico.
Como no hay blancos puros, el histograma muere antes de llegar al extremo derecho.
Analiza este ejemplo:
Y este otro:
Todas las cámaras digitales modernas pueden mostrar el histograma de la la foto que al reproducirla, si no sabes cómo echa un vistazo al manual. Algunas cámaras permiten ver el histograma antes incluso de pulsar el disparador ahorrándonos tiempo. En ambos casos, es recomendable que te acostumbres a comprobar el histograma de tus instantáneas, sobre todo cada vez que se produzcan cambios de iluminación, aumentarás la seguridad en cuanto a la correcta exposición y te ayudará a interpretar la pantalla.