Exponer correctamente una fotografía significa seleccionar una combinación velocidad de obturación/diafragma que haga llegar al sensor de la cámara la cantidad de luz definida por la sensibilidad seleccionada. Diremos que una imagen está subexpuesta cuando haya recibido menos luz de la necesaria y quede oscura, y que estará sobreexpuesta en el caso contrario.
El exposímetro es el medidor de luz que resuelve nuestro problema:
- Se activa pulsando el disparador hasta la mitad de su recorrido, al igual que el enfoque en la mayoría de las cámaras.
- Nos indica qué combinaciones de velocidad y diafragma darán lugar a una foto correctamente expuesta.
Los modos de exposición son las diferentes maneras que la cámara tiene de calcular la exposición. El selector de modos suele ser un dial situado en la parte superior del cuerpo o en su parte trasera y cada modo se designa por un combinación de letras que depende de la marca de la cámara:
- P de Programa o A de Automático: la cámara selecciona automáticamente diafragma y velocidad de manera que esta última sea lo más alta posible a fin de evitar la trepidación.
- Tv o S: prioridad a la velocidad, nosotros fijamos la velocidad y la cámara ajusta automáticamente el diafragma.
- Av o A: prioridad a la abertura, nosotros fijamos el diafragma y la cámara ajusta automáticamente la velocidad.
- M de Manual: el exposímetro indica cuánto hay que sobreexponer o subexponer para conseguir una exposición correcta.
El modo manual es el que nos da el control absoluto sobre la cámara aunque los automatismos de prioridad son muy útiles cuando es importante fijar un parámetro y nos dé igual el otro. Si estamos en una competición deportiva, fijar la velocidad de obturación será de suma importancia, más cuanto más deprisa se muevan los sujetos (no es lo mismo un maratón que una prueba de fórmula 1). Por el contrario, un retrato necesitará un control fino de la profundidad de campo y, por tanto, del diafragma.
Según el modelo de cámara, el modo de exposición manual (M) mostrará la desviación de la exposición correcta de dos maneras posibles:
- Con un número que podrá ser negativo o positivo y que indicará cuánto habrá que abrir el diafragma o poner una velocidad menor en el primer caso (aumentar la exposición = número negativo) y viceversa.
Con una escala que suele ir desde -2 a +2 en la que se indicará la misma información. Fíjate en las lecturas de exposímetro siguientes:
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- En el caso superior el exposímetro muestra -1 y 1/3, es decir, la exposición es insuficiente y habrá que abrir el diafragma y/o aumentar el tiempo de exposición.
- El segundo caso es el inverso: el exposímetro marca +1 y 2/3, por tanto sobran casi dos puntos de luz.
- El tercer caso muestra el indicador en el centro de la escala, o lo que es lo mismo, que la combinación de velocidad/diafragma que tenga la cámara dará lugar a una fotografía correctamente expuesta.
En cuanto comprendemos el proceso por el cual se produce la exposición del sensor, rápidamente caemos en la cuenta de que no es, ni mucho menos, única. Es decir, que en una misma escena podemos emplear muy distintas exposiciones en función de dónde midamos con el exposímetro o la sensanción que queramos producir. Este "incertidumbre" resulta desconcertante cuando empezamos a controlar la exposición pues dudamos acerca de cuál es el mejor tratamiento.