Cuando pulsamos el disparador de nuestra cámara, se inicia el proceso de exposición en el que hacemos llegar una cantidad concreta de luz al sensor que la convierte en unos y ceros. Pero, ¿a dónde va a parar toda esa información?, tras ser procesada por el cerebro de la cámara, ha de ser almacenada yes ahí donde entra en escena la tarjeta de memoria, un dispositivo electrónico que sirve para guardar datos.

Las tarjetas de memoria saltaron hace tiempo a otros dispostivos y se incorporan un sinfín de aparatos tales como teléfonos móviles, reproductores de música (MP3) y de vídeo.

Las tarjetas de memoria se caracterizan por:

  1. El formato: como ocurre en muchos otros ámbitos, cada fabricante ha adoptado el formato que más le conviene y hemos de sufrir la existencia de varias decenas de formatos de tarjetas. Los formatos más habituales son: Secure Digital, Compact Flash, Smart Media, Sony Memory Stick y XD (exclusivo de las marcas Olympus y Fuji).
  2. La capacidad: la cantidad de infomación medida en bytes que pueden almacenar. La unidad de byte es muy pequeña de ahí que se midan en sus múltiplos: el Mega (M o Mby) para designar un millón de bytes y el Giga (G o Gby) para el millón de millones de bytes. La capacidad de la tarjeta viene indicada en la etiqueta.
  3. La velocidad de transferencia: las cámaras digitales son cada vez más potentes y generan archivos de mayor tamaño. Incorporan la posibilidad de grabar vídeo (algunas incluso en HD) lo que hace que la escritura de datos en la tarjeta requiera de mucho más tiempo que antes. A mayor velocidad de transferencia, menor será el tiempo que haya que esperar tras la grabación de un vídeo o el disparo de una ráfaga de fotografías. La velocidad de transferencia se indica mediante una "x" (como factor de multiplicación) y un número.

Tarjetas Secure Digital Tarjetas Compact Flash Tarjeta Sony Stick

En el mercado podemos encontrar tarjetas aparentemente iguales (mismo formato y misma capacidad) con diferencias de precio de más de 10 veces. Estas diferencias se basan en la marca, la durabilidad y la velocidad de trarencia.

Reflexiones

  • Es mejor un buena tarjeta que varias baratas que multipliquen la capacidad de la primera, no escatimes el dinero en esto.
  • Tú sabes mejor que nadie cuántas fotos puedes hacer, calcula qué capacidad supone eso para cubrir siempre tus necesidades de almacenamiento y lleva tantas tarjetas de calidad como vayas a necesitar y alguna más.
  • Se aplica la máxima de "divide y vencerás": es más seguro llevar dos tarjetas de 2Gb que una de 4Gb, aunque también más incómodo.
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